Alta costura y flores: arte en la moda o la moda como arte

“La moda no es un arte, pero para dedicarse a ella hay que ser un artista”

 Yves Saint-Laurent

Muchos serán los que se pregunten a qué responde un post de moda en un blog de arte. ¿A caso nos hemos rendido ante su mundo de banalidad y exhibición? Quisiéramos encauzar un debate ante nuestros lectores respecto a las facetas de la moda y las diferentes visiones que de ella se tienen, un debate hace tiempo ya iniciado como vemos en las palabras del modisto francés anteriormente citado: ¿Es la moda una materia para la que se requiere de arte o es en realidad es un tipo de arte en sí mismo?

Para responder a este tipo de preguntas debemos empezar por preguntar qué es lo que pedimos a una obra de arte o a las producciones de un artista: ¿acaso un estilo marcado y visible a lo largo de una trayectoria de producciones? ¿Una elaboración detallista y casi única? ¿Un resultado final de estética artística y juego visual evidente? ¿Una personalidad arrolladora? Y en definitiva ¿una expresión del alma del artista? Analicemos si podemos encontrar en las producciones de la Alta Costura este tipo de características y otras, todo ello de una forma distendida a través de la visión de las últimas tendencias florales de esta temporada primavera-verano. En ellas se combinan las flores, las transparencias y los colores primaverales en tonos vivos, veamos como cada diseñador adapta estas características a su propio estilo:

Empecemos con Valentino, cuyo desfile fue el broche a la semana de la Alta Costura en París. Después de que el gran modisto se retirara del mundo de la moda, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli dirigen los diseños de la casa, esta vez llenos de romanticismo floral y mezcla de texturas en tonos pastel.

Giambattista Valli propone unos diseños en  tonos mayoritariamente sobrios a base de encajes. Las flores que Valli recrea se reparten por encima del cuerpo del vestido de forma escultórica, cual campo salpicado de rosas, en degradaciones sobre las transparencias. 

 

Dior, paradigma de los “ateliers” franceses y la producción de sus “maisons”, vuelve a mostrar la sobriedad del encanto francés de la mano de Hill Gaytten, el nuevo director artístico después de la caída del conocidísimo John Galliano. En la colección las flores no toman el poder y quedan reducidas a una opción, tratadas en base a discretos bordados en enclaves estratégicos del vestido.

 

Elie Saab en cambio marca estilo propio al mostrarnos unos vestidos donde lo que predomina son las transparencias a base de delicadas y vaporosas piezas de encaje. Estas piezas se bordan en flores sí, pero estas son esculpidas en perlas, piedras y cristales: convirtiendo sus producciones en vestidos-joya, que parecen flotar alrededor de la mujer que los lleva.

 

Las producciones de George Hobeika para este verano se inspiran en la estética de la orquídea, implantada sobre diseños en trajes cóctel en su mayoría, salpicados por las flores, acompañadas de cuentas y perlas eso si en una cantidad más discreta.

Finalmente, y permitiéndonos una escapada a la anterior temporada otoño/ invierno, os mostramos las impactantes producciones de Zuhair Murad. Los vestidos del diseñador libanés - en gasa, tul y sedas – se construyen sobre el tono “nude” y ambigüedad que este permite: un juego en el que la línea entre vestido y piel real se difumina. Las flores del cerezo son las que el propone para cubrir esta transparencia femenina, de la mano de una elaboración escultórica y pictórica en los tonos básicos del arte oriental: el rojo y el negro. 

Como hemos podido ver, cada uno de los diseñadores muestra un estilo propio y elaborado, que da un carácter único y fácilmente reconocible a cada una de las marcas que dirigen. La alta costura es la máxima expresión del diseño de moda, un terreno en el que los diseñadores reconocidos pueden dar libremente rienda suelta a su creatividad sin límites de presupuesto ni de estilo. Visto esto ¿A que características propias del arte responde la moda? ¿Cuáles posee y cuáles rechaza? ¿Podemos afirmar que cada unos de estos vestidos son pequeñas obras de arte cuya exhibición transcurre en un ámbito diferente al de una escultura o un cuadro? ¿o acaso es una muestra mas de la decadencia de una moda en crisis?...Os animamos a que dejéis vuestras opiniones para poder iniciar un interesante debate que continuará en el próximo post, analizando el Pret-â-Porter.